¿Qué es la Terapia Cognitivo Conductual?

La Terapia Cognitivo Conductual (TCC o CBT, en inglés) es un tipo de terapia que está avalada por la comunidad científica y médica como eficaz para tratar trastornos psicológicos como la depresión y la ansiedad. Es el tipo de terapia más estudiado, más demandado y de uso más extendido en el mundo. Además en esta vertiente de la psicología están basadas las corrientes más novedosas en terapia actualmente, como el Mindfulness, la Terapia Dialectal Cognitiva y la Terapia de Aceptación y Compromiso, por citar algunas.

Estas modalidades tienen en común tratar el problema actual sin indagar en profundidad sobre los problemas pasados teniendo como premisa que las dificultades que se nos presentan se derivan de la interpretación que hacemos de determinados sucesos más que de los sucesos en sí que se producen. Así se centran en establecer las relaciones que se producen entre los pensamientos, los sentimientos y nuestras actuaciones. Se busca un cambio en nuestra manera de pensar para sentirnos y para actuar de una manera más adaptativa.

El Dr. Aaron Beck ha sido el fundador del Beck Institute en Philadelphia y el creador en los años 60 de esta corriente que ha supuesto una auténtica revolución en la manera de hacer terapia. Psicoanalista de formación, narra que llevando ya varios años de experiencia como psicoterapeuta, encontraba que algunos pacientes se encontraban anclados en terapia. De manera instintiva empezó a preguntar a sus pacientes lo que ellos pensaban de la terapia, y lo que pasaba por la mente de sus pacientes cada vez que notaba un cambio en la afección de los mismos. Suele contar en sus cursos y conferencias el caso de una paciente que manifestó que le daba reparo lo que el terapeuta podría pensar de ella. Decidió trabajar el origen de este reparo y descubrió en la paciente una creencia sobre sí misma que marcaba todo su sistema de pensamiento y que le dirigía a focalizar su atención sobre cualquier acontecimiento que validase esta creencia ignorando todo lo demás. La realidad que esta paciente percibía estaba filtrada (y por ende distorsionada) por el sistema de creencias que sobre sí misma, sobre los demás y sobre su entorno había elaborado a lo largo de su vida. Decidió establecer una serie de cambios conductuales en la paciente con dos objetivos: primero conseguir activar a la paciente de manera que pudiera ganar confianza en sus competencias y elevar su ánimo introduciendo actividades placenteras, y segundo, conseguir desafiar esas creencias contrastándolas empíricamente y desmontándolas. Los cambios producidos en sus pacientes fueron más rápidos y más duraderos en el tiempo que con su original forma de terapia. Gracias a su colaboración estrecha con la Universidad de Philadelphia tuvo acceso a la validación científica de sus teorías, a poder mejorar sus técnicas y profundizar en el estudio de como producir cambios en la cognición duraderos y estables. Hoy por hoy su labor la ha continuado su hija la Dra. Judith Beck, quien se encuentra ahora dirigiendo el Beck Institute for Cognitive Therapy desde donde se forma directamente se certifica a los terapeutas en CBT.

Actualmente en las universidades se enseña a los futuros psicólogos mayoritariamente en los principios de esta corriente, pero consideramos que es imprescindible contar con una información sólida en las distintas técnicas cognitivas a aplicar para que de un sentido unitario y coherente a la terapia aplicada en los pacientes. Esta formación se puede encontrar en distintos programas de postgrado ofertados por las universidades, y también formándose directamente en el origen, aprendiendo de la experiencia y enseñanzas de Aaron y Judith Beck y de su equipo en Philadelphia.

En nuestra consulta hemos preferido seguir este último camino que consiste en varias etapas. La primera es un curso introductorio con las técnicas esenciales de la CBT, la segunda es el nivel de profundización con sus cursos principales en Ansiedad y Depresión. La tercera es la especialización en trastornos concretos, como los Trastornos Alimentarios, los Trastornos de Personalidad, los pacientes suicidas, las adicciones, etc. A lo largo de esta formación es obligatorio seguir una supervisión por parte de clínicos del propio Instituto Beck.